Dimítar, en busca de la felicidad.
En los últimos días he visto dos películas búlgaras, ha sido casualidad, pero no he podido por menos que pensar en ti, Dimítar.
En cómo estarás en tu país de origen, ese que apenas conoces y que te producía tanta ansiedad.
Te habrás reencontrado con tus primos y jugarás, con la montaña al fondo y el mar Negro en el horizonte.
Sabes Dimítar, con 13 años que tú tienes, puedes encontrar la felicidad en cualquier esquina, donde menos lo esperes y si es teniendo a tu familia al lado, mejor.
Todos los años nos despedimos de nuestros alumnos y sabemos que a muchos no volveremos a verlos, es así, ley de vida.
No sé por qué en esta ocasión nos resulta más difícil decir adiós.
Ese abrazo que me dieron tu padre y tu madre, la sonrisa de tu hermana pequeña y la tristeza de tus ojos al despedirnos se me han quedado enganchados al alma.
Sé que nos sigues, por eso quiero que sepas que pensamos en vosotros y deseamos que Bulgaria os dé la felicidad ansiada.
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