Atrancando con lágrimas las puertas
entre voces y risas acalladas
envuelta en aroma de vida muerta
grita al aire un alma desgarrada
El silencio del llanto corta el viento
el eco del amor devuelve un nombre
inflama su razón de sentimiento
cristales de dolor y sangre rompe
Derramando miel en las heridas
cosiendo a besos los desgarros
pintó la senda de ilusión perdida
Sanó su corazón hecho pedazos
y despojada de angustia, rendida
pudo al fin dormir entre sus brazos.
Magüi Cabral
Atrancar una puerta es mucho más que cerrarla,
es asegurarse de que nadie puede abrirla,
de que el pasado es eso, pasado,
por más que nos duela.
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