La Golondrina.


Antonio Pedrero tenía sólo 21 años cuando pintó este mural.
Había dedicado dos y medio a inmortalizar algunos de los personajes populares de entonces , con él empezó a definir un estilo propio, inconfundible.


El IEZ Florián de Ocampo acaba de publicar un libro que describe todo el proceso de creación del mural del Bar "la Golondrina", la idea inicial fue la de utilizarlo como catálogo de la exposición de la obra en la Iglesia de la Encarnación, en Zamora, pero finalmente ha pasado a ser el libro que viene a conmemorar los cincuenta años de la creación de la pintura.


Antonio Pedrero no es sólo un excelente pintor, también es una excelente persona y merece sin duda que se le reconozca en toda su valía.


"Es mi tesis doctoral y no lo sabía" , dice él mismo, abrumado, a la vez que pide que se albergue la obra completa en un centro cultural porque precisamente es un problema de dimensiones el que impide que el mural pueda ser expuesto en cualquier recinto.

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